Después de mucho tiempo, vuelvo a mis adoradas reflexiones. Se debe a que estuve revisando publicaciones anteriores, de hace años atrás, y me avergoncé con lo que leí. En realidad, con varias cosas me sorprendí (para bien) pero con otras no puedo creer cómo fui tan boluda.
Ya van casi 5 años de este Blog. Es decir, las cosas cambiaron, yo cambié. Y estoy orgullosa de eso. Creo que fue el cambio de edad. Para ese entonces tenía 14 años, plena adolescencia (y con todo lo que eso implica, ¿no?). Ahora tengo 19 y me siento una vieja chota, dicho sea de paso.
Qué pendeja de mierda que fui. Me hacía la loca, la rebelde, me hacía mierda a mí misma, me humillaba... Bueno, también me humillaron... Era una estúpida "enamoradiza", me obsesionaba con cualquier ser masculino que caminara y después me humillaban hasta hacerme sentir una fracasada. Pero por suerte todo eso quedó en el pasado. Muy en el pasado. La loca dentro de mí no quiso salir más, gracias a Dios. Ah y todo vuelve ¡fracasados!
Ya terminé el colegio, ahora estoy en el primer año del Traductorado y Profesorado de Inglés. Feliz, tengo muy buenas compañeras, buenos profesores, el Instituto es lo más. Todo marcha de 10. Right now estoy de vacaciones, un lindo mes de vacaciones para hacer nada. La nada misma. De hecho, creo que estoy las 24 horas tirada en la cama. Ven, me siento una vieja... A veces me deprimo por eso. No es joda, los 19 me pegaron. A los 20 me jubilo.
"Y así como todo cambia, que yo cambie no es extraño..."
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